Este finde hemos disfrutado de unas cuantas fisuras en La Cabrera. Todo empezó el viernes. Kike y Nacho se fueron por la mañana y calentaron haciendo el "Diedro de la Deportiva" en la Aguja sin Nombre.
Saludaron a mama buitre y llegaron a la cima cuya estrechez les sorprendió bastante.
Después se fueron a darle otro pegue a la fisura "Mercurio" en el Trono. Nacho la encadenó como un titán y a Kike le volvió a faltar un pasito para encadenarla... habrá que volver...
Cuando llegué después del curro, estaban dándole a la "Fisura del Trueno" en el Risco de los Tres Amigos. Un 6b+ de 25 metros que podría ser perfectamente 6c y.... Después de un par de pegues, Nacho la encadenó y luego Kike y yo la dimos en tope. Muy dura la entrada con unos empotres de dedos que te dejan sin aliento. Más arriba pasas un techo que te lleva a otra fisura más ancha que según Kike es un Splitter muy guapo y que yo no supe como sacarlo.
Después fuimos a la Aguja del Semicirculo e hicimos la "Fisura del Semicirculo", un 6b de 15 metros. Una bavaresa mantenida te lleva al paso de salida que es de empotres buenos de manos pero muy arrastrado. En esta pencamos todos.
Nos quedó el tiempo justo para llegar a los coches con algo de luz.
El sábado fuimos Kike y yo al Pico de la Miel. El objetivo: crugirse de nuevo en las fisurillas.
Para calentar, sobre todo la cabeza, hicimos el primer largo de la "Esteban Altieri". Un V+ disfrutón que ya habíamos hecho los dos.
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Imagen de Archivo. Sep 09 |
Después tocaba el primer largo del "Diedro Loquillo". Un 6a+ que asusta desde abajo y que luego cuando te metes es algo más asequible de lo que parecía. Sufriendo y aguantando físicamente la encadenamos los dos.
El plato fuerte lo dejamos para el final: El primer largo de la "Fisura Alaiz", un 6b que quita el hipo. Unos pasos de entrada muy duros y de decisión te llevan a una fisura perfecta muy mantenida. Se la dio Kike, y salvo por la parte de abajo que no supimos como sacarla, la hizo del tirón no sin dejarse la vida en ella.
Después me aseguró a mi desde arriba y me costo un mundo llegar a la reunión. Probamos el segundo largo de placa y debido al cansancio, al mal tiempo y al miedito... no nos metimos en el tercer largo de la "Esteban Altieri". Lo dejamos para otra ocasión.
Rapelamos hasta las mochilas, bajamos, una cerveza, un bocata y para casa a descansar...
El domingo ya tenía ganas de volver a empotrar y a sufrir un poquito más.